Puede parecer una idea inocente, pero amputar las uñas a un gato tiene consecuencias muy negativas. El proceso, que también se llama desungulación, implica extraer los huesos de la punta de los dedos de las patas del gato, y esta acción tiene efectos muy negativos.
Los gatos sin uñas tienen más probabilidad de experimentar dificultades al caminar ya que, cuando se les extirpa la punta de los dedos se ven obligados a apoyar el peso sobre el cartílago blando que anteriormente formaba parte de sus articulaciones.
También, pueden padecer dolores crónicos al morder los muñones de sus patas.
Los gatos se vuelven mucho más agresivos después de la cirugía.
Caso de estudio: para conocer las consecuencias de la extracción de las uñas a largo plazo, investigadores examinaron a 274 gatos de distintas edades, la mitad de los cuales habían sido sometidos a esta cirugía.
Los científicos, examinaron a los felinos en busca de signos de dolor.
En los gatos se manifiestan con problemas de estreñimiento, estremecimiento en respuesta al tacto, tensión corporal y lamido excesivo de la piel, entre otras acciones.
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Más agresivos y poco saludables
Descubrieron que los gatos sin uñas eran:
- 7 veces mas propensos a orinar en lugares inapropiados.
- 4 veces mas propensos a morder a las personas.
- 3 veces mas propensos a ser agresivos.
- 3 veces mas propensos a acicalarse en exceso.
Además, los gatos sin uñas tenían tres veces más probabilidades de ser diagnosticados con dolor de espalda y dolor crónico en las patas.
Los gatos que se someten al procedimiento también pueden tener más probabilidades de orinar en superficies blandas como alfombras o ropa porque es menos doloroso que la grava en la caja de arena
Al no tener otra forma de defenderse, pueden recurrir a morder cuando sienten dolor, pudiendo causar infección y hospitalización de sus dueños.
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Alternativas a la extirpación de uñas
Antes de pensar en quitarle las uñas a un gato, los expertos recomiendan una serie de trucos que nos ayuden a convivir con ellas:
- Utiliza un rascador, que sea lo suficientemente alto como para que el gato se estire.
- Colocalo cerca de tus muebles donde a tu minino le guste rascar.
- Se puede cubrir el rascador con hierba gatera o juguetes que hagan que sea más atractivo para él.
- Es conveniente educar al gato desde pequeñito para cortar las costumbres de arañar y premiarlo cuando use el rascador.
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