RETIRO LOCAL SUJETO A CONDICIONES. NO TRASLADABLE.
Alimentación de la raza
En este aspecto, no existen grandes diferencias con el resto de las razas. El conejo de orejas caídas es un animal herbívoro, cuya dieta debe estar integrada principalmente por heno, verduras y alimentos concentrados. También es fundamental que cuente con abundante agua a cada momento, como tampoco debemos abusar de elementos como el almidón o el azúcar, por su rápida fermentación.
Durante los primeros meses de vida, se debe utilizar solamente heno, para más tarde (transcurrido un año) incluir verduras ricas en vitaminas como espinacas, brócoli o zanahorias. De la misma forma podremos proveerle de pienso, aunque en cantidades inferiores, o bien avena triturada, maíz y cereales integrales.
Dentro de los alimentos que debemos evitar, se encuentran la cebolla, las patatas y la lechuga, que pueden causarle severos trastornos intestinales y facilitar la ocurrencia de diarreas. En menor medida, también debe supervisarse la ingesta de frutas, y en sentido general, todos aquellos alimentos que puedan atentar contra su delicado proceso de digestión.
Reproducción del conejo
La etapa de celo en los conejos de orejas caídas supone un cambio total de su comportamiento hacia una actitud más agresiva y territorial. Una vez copulada la hembra, se necesitará poco más de un mes para que pueda dar a luz. Luego deberán transcurrir cerca de cincuenta días para encontrarse disponible nuevamente.
Desafortunadamente, estos conejos no son grandes reproductores, no solo porque en cada parto apenas son capaces de concebir entre tres y cuatro gazapos, sino por el hecho de que solo un 90% de la camada logra sobrevivir la etapa posterior al nacimiento. Además, durante este período, tanto la hembra como las crías demandarán de cuidados especiales en cuanto a alimentación y condiciones del entorno se refiere.